domingo, 22 de junio de 2014

Queridos

lectores y lectoras, amiguitos y amiguitas, suicidas varios....;

Me complace informaros de que he abierto un nuevo blog al que estáis, of course, todos invitadisimos y con mucho gusto.
Es un blog de intentos de poemas escritos por moi, me apetece poner un poco de orden en mi pc y en mi cabecita, y no dejar que mis “poemas” se pierdan sin ser compartidos.
Para el resto de mis textos y paranoias mentales, así como todo lo que se pueda ocurrir plasmar en una pantalla de ordenador, seguiré usando este blog, pero quizá si que paso algún texto que tengo por aquí colgado y se acerca más a un poema que a un mini relato.
Sin más dilación, que es domingo y estaréis resacosos y resacosas, me despido con un fuerte abrazo y besito suave ;)

Bienvenidos a POEMAS SIN RIMA NI MÉTRICA:


http://poemassinrimanimetrica.blogspot.com.es/

jueves, 19 de junio de 2014

Parte meteorológico





La tormenta eres tú, que vienes a embotarlo todo, a nublarme los sentidos, a tronarme en la cabeza, a mojarme entre las piernas y a pintarme nubes blancas en las nalgas.

Yo el desierto, con estas dunas ardientes, esta explanada tan árida, estos vientos implacables, y todos los oasis que me definen y que no son más que espejismos.

Y ya sabes lo que pasa cuando hay tormenta en el desierto,¿ no?


Que no hay un puto sitio donde poder refugiarse.  

Etruska. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Esta tristeza mía.


Hace tiempo que no me desollo viva.
Ahora paso la yema de los dedos por las cicatrices de tiempos pasados, y me parecen de otra vida. Ya casi no recuerdo como me las hice.

No sé exactamente desde cuándo, no sé qué día ni en qué momento sucedió que empezó a cambiar todo, y es que ahora cuando me miro al espejo, me devuelve una imagen de alguien dura y envolvente, lejana y cercana... y desconocida. Y pienso, si la tristeza tuviera un rostro, sería muy parecido a este. Porque aunque ya no voy dejando pedazos de mi piel por las esquinas, aunque ya no sangro, ni me arranco el corazón a cachos, la tristeza se ha ido instalando sutilmente en mí, compartimos el mismo recipiente, somos el mismo concepto, como dos atomos que se han juntado para formar un sólo elemento. Y si no te lo crees tan sólo tienes que mirarme a los ojos.    
Etruska.

miércoles, 11 de junio de 2014

No tengo un título para esto.

Hicimos un trato ¿recuerdas?
Yo te supliqué que no te murieras.
Tú dijiste: vale, si accedes a todos mis chantajes sexuales.
Y nos dimos la mano.
Pero no se puede jugar a ser Dios.
Ni siquiera tú, mi amor.

Etruska.

miércoles, 4 de junio de 2014

Capítulo Uno.


Nos sentábamos en una escaleras oscuras y empinadas con un paquete de pipas y seis latas de cerveza. Él que era muy él, y yo que era muy yo, no necesitábamos más, aunque nos faltara tanto, aunque nos faltara de todo. El mundo entonces era distinto, era como si se concentrara en aquellas escaleras estrechas sin barandilla, en la siluetas de las personas que veíamos pasar a contraluz por la acera, en sus ojos color ámbar y en los rizos tan feos que se le hacían a la altura de la nuca. Era un mundo que nos acogía con unas manos tan pequeñas que sabíamos que en cualquier momento nos caeríamos por los lados, pero era nuestro, era único, y nos gustaba.
Él, que era muy él, sabía como enamorarse de mí tres veces al día Y yo, que era muy yo, sabía darle darle motivos para que se enamorara. No sé cómo pero siempre hablábamos de las cosas que nadie sabía decir, y ese era el único motivo por el que yo le quería, eso, y porque sabía despeinarme como nadie nunca me habían despeinado, con un zarpazo directo a la extrañas, sus manos pegadas a mis muslos, y sus dientes clavados en mi cuello.
Estábamos solos, en un mundo donde todos rezaban e iba al cine los domingos en pareja a tragarse películas que no se parecían a sus vidas y algunas algo más que películas. Estábamos solos pero teníamos sueños, un paquete de pipas, seis latas de cerveza y muchas ganas de follar.

E_truska.