Ven y haz conmigo lo que quieras.
Hazme el amor de todas las formas posibles, tú que al amor te lo bajas por emule.
Cógeme por los tobillos y separame las piernas hasta que diga basta.
Si quieres me tumbo, para doblar la espalda, arquear el cuerpo y levantar la pelvis, mírame de cerca y desde abajo, pero acercarte aún más y derrámate en mí, llename de origen.
Partete la lengua entre mis muslos, como se parten las camas de un burdel, a lo bestia.
Derriba la última frontera, trazame y ven, que me voy.
Abre los ojos a ratos, para mirarme concentrada en el lunar de tu boca. Que tiembla mientras bramas y yo me asfixio como las flores en verano.
Junta la palma de tus manos con la planta de mis pies y bailame pegado hasta que digas que ya, pero aguanta un poco antes de decirlo.
Hazme con el dedo eso que parece que tuvieras una varita mágica, y y que yo, me quedará sin memoria.
Apriétame las nalgas sin compasión, que tus dedos se queden tatuados en mi piel y danos la vuelta aunque caigamos al suelo. Yo prometo encajarme en tus vértices, hasta que tu aliento comience a empañarme. Jadearás y sacarás las lengua como un perro, yo cerraré los ojos y abriré los labios, mi única intención en todo esto es ser un loba, con las tetas apuntado a tu frente y los ojos encendidos, así que no te extrañes si me da por arrancarte la piel a tiras. Aunque tú, sólo con ser, me venzas como se vence de un soplido a una hormiga.
Etruska