Este año me he portado mal, pero qué
os esperabais? No soy una puta super heroína. Son tantas cosas, el
trabajo, poner la lavadora, hacer la compra, sacar la perro...¿Veis
estas dos manos? Pues con estas.
No les doy dinero a los vagabundos para
cafés que no me tomo ni yo, ni tampoco contribuyo en ninguna obra
benéfica navideña, ni miento cuando mis amigas me enseñan los
zapatos tan horribles que se han comprado. Soy un poco hija de puta y
me excuso con la sinceridad. Sí. Pero ese es un placer que ningún
banco me va a embargar, ni ningún gobierno de mierda me va a
recortar.
Tampoco he apadrinado a ningún niño
del tercer mundo, ni saludo a los vecinos por las mañanas.
Es cierto, tengo deudas, muchas, pero
no promesas por cumplir. Ni tengo nada que perdonarme, y creo que
nadie tiene que perdonarme nada tampoco.
Sigo sin ser otra que yo misma, qué os
voy a contar, todos los años lo mismo, siendo un poco más mayor,
con más libros leídos, más tonterías escuchadas y la boca más
cerrada, por las verdades que me callo. No sé si
en esto consistirá lo de madurar o en sacarse un master en
hipocresía. En cualquier caso lo apunto para propósito para el 2015,
que tengo retención de palabras y quiero adelgazar. No callarse ni
una más. Justo antes de dejar fumar excusas, y después de
emborracharse de mentiras. Como veis todo son vicios. En mi defensa
diré que el 2014 tampoco me ha tratado muy bien, y eso desmotiva a
una para hacer las cosas como tocan y llevar una vida libre de hábitos tóxicos y dañinos para la salud. Puedo cambiar tiempo por
trabajo, comodidades por independencia, pero no cambio mis
cicatrices, así que me déjame llorar en paz y hacía dentro, que
riegue mis heridas para que echen raíces y crezcan, y me den valor,
para seguir sin tener que pararme a mirar atrás y recordar dónde
están, que ya voy con prisas.
E_truska 14