Tú te crees que eres diferentes. Pero
no, eres igual de humano que todos.
Tienes miedos y dudas, y roña debajo
de la uñas si te descuidas. Y barba de tres días cuando se hace
lunes por la mañana, y erecciones involuntarias o no, en la cola del
supermercado cuando a la cajera le faltan botones a la altura del
escote. Y mucha cara si te lo propones y poco vergüenza aunque no lo
hagas. Y excusas para todos los gustos y mentiras para cada ocasión,
y arrepentimientos que escondes debajo del colchón por las noches
para poder dormir tranquilo. Y posiblemente un trabajo que mandarías
a la mierda si no fuera por la hipoteca, y unos hijos a los que no
soportas aunque quieras, y una mujer a la que no quieres pero
soportas. Y cada vez menos pelo y más arrugas, y un coche bonito de
alguna marca prestigiosa para depositar tu atención y el tiempo que
te sobra. También puede tengas alguna mujer, que no es la tuya, que
te pone las tetas en la nuca de vez en cuando.
¿Qué te crees, qué eres mejor que
este montón de mierda que somos la humanidad? Despierta, porque la
única diferencia que existe entre las buenas y las malas personas,
es que las segundas se han cansado de fingir.
Etruska.